Esta es la historia de un niño que debía nacer antes de tiempo.
El riesgo de llegar a la última semana podría ser letal debido a la colestasis en la mamá, una rara afección en el flujo de la bilis del hígado que produce una picazón intensa y que requiere adelantar el parto para no afectar al bebé.
El niño fue tocado por el Sol y nació con llamas doradas en la cabeza y ojos tan profundos como el espacio exterior.
Pero a los días de nacido se empezó a descalibrar, estaba dejando de ser un mortal y se transformaba en un astro amarillo. Le había subido la bilirrubina. Sí, como la canción de Juan Luis Guerra.
Lo llevaron al doctor y este recomendó cantarle todos los días: Flor que da fulgor… con tu brillo fiel… no, broma.
El doctor recomendó dejarlo un par de minutos sin ropa en su pieza cerca de la ventana para recibir los rayos del sol y que pueda autorregular su sistema.
Su tratamiento fue volver a conectar con el Sol que lo ayudó a nacer.
Gracias Antu Pillán.